domingo, 16 de junio de 2019

Canciones y cine


Limelight o Candilejas, película de 1952 con guion, producción, dirección y actuación de Charles Chaplin, fue su última producción en Estados Unidos, y es para algunos, por su sensibilidad y originalidad, su mejor película. Con marcados tintes autobiográficos, mucho simbolismo, un guion perfectamente redactado y una magistral banda sonora original, "Candilejas" destaca por la mezcla entre comedia y drama a lo largo del film. La banda sonora es considerada entre las mejores partituras de la historia del cine. En 1973, veintiún años después, Chaplin recibió su único Oscar competitivo por esta magistral melodía, que a mí me parece una genialidad.
Para la ocasión, contó con su fiel amigo (adversario en la taquilla y maltratado por el cine con la llegada del sonoro) Buster Keaton, haciendo unas breves apariciones, con uno de los números más tristes que se recuerdan. Lo que ofrece un anciano Calvero es la amargura y el desencanto, frente a un Charlot que daba su patadita y seguía adelante. Con Calvero baja el telón…, termina el espectáculo.


Nada que ver con la anterior. Underwater! o La sirena de las aguas verdes de 1955, convencional y bastante rutinaria película de aventuras, dirigida con poca imaginación por un John Sturges algo primerizo, antes de conseguir estupendos trabajos por los que es recordado. No resulta aburrida, pero el guion es normalito y todo se supedita a escenas sub-acuáticas que mantienen el interés de la trama gracias sobre todo a los intérpretes. Destaca, aparte de Jane Russell, Gilbert Roland que es muy probable que fuera español y de Bilbao, muy conocido por sus papeles de latin-lover. 
Se puede ver sin mucho esfuerzo, pero no llena en absoluto y se olvida con suma facilidad. Yo la recuerdo por que fue la primera vez que fui al cine dos veces seguidas en una tarde, por la actriz y por la música. Y es que, en realidad, no es más que un producto diseñado casi exclusivamente para el lucimiento de Jane Russell, que era amante durante muchos años de Howard Hughes, todopoderoso mandamás en el mundo del cine y productor de la película.
La banda sonora, conocida por todos, era un tema francés arreglado para que funcionara en los Estados Unidos, Cerisier Rose et Pommier Blanc, del músico catalán de origen italiano Louis Guglielmi, conocido también como Louiguy y que había compuesto la música de La vie en rose, que inmortalizara Edith Piaf.
Pérez Prado cogió el tema de Louiguy y le "metió" un poco de cha-cha-cha, hizo que una trompeta llevase la melodía principal, que realizase un ritardando (a modo de bostezo) para luego volver a la melodía original y... ¡Tachán!...Exitazo. La canción, traducida al español como Cerezo rosa, pronto se convertiría en una de las canciones compuestas por un latinoamericano más oídas de la historia en esas fechas, tanto en Estados Unidos como posteriormente a nivel mundial. Y aún hoy se sigue escuchando. 


En última peli de Almodovar, Dolor y gloria, de 2019, que no he visto ya que no me agradan demasiado sus películas aunque si su gusto por la música que mete en ellas, aparte de la banda sonora original tiene otras canciones conocidas entre las que destaca Come sinfonia interpretada por Mina. Es una canción compuesta y cantada por Pino Donaggio para el Festival de SanRemo de 1961. Se adjudicó la victoria la canción Al di là, cantada por Luciano Tajoli. Recuerdo la peli americana (Más allá del amor) de 1962 con el guaperas Troy Donahue y las actrices Angie Dickinson y Suzanne Pleshette, que estrenaron en el Carlos III, en la calle Goya de Madrid, donde había una bolera a la que solíamos ir con 14 o 15 años.


A Mina, con Io amo, tu ami, se le daba como favorita, pero no fue más allá del cuarto lugar. La emoción le jugó una mala pasada: durante la segunda noche, en la nota final aguda mientras cantaba, te amo amor, su voz se quebró; La cantante estalló en lágrimas y abandonó el escenario sin siquiera terminar la canción. Decepcionada y amargada, prometió que nunca más volvería a asistir a un festival, una promesa que mantendría.
A pesar de su clasificación, varias críticas la dieron como canción del año y un clásico instantáneo. De hecho, tras el Festival, llegó al nº 1 de ventas. Parte del mérito es seguramente de Mina, que aunque presente en ese Festival con dos títulos ("Io amo, tu ami" y "Le mille bolle blu" ), también propone una versión de Come sinfonia en la cara B de Io amo, tu ami y hace de esta pieza una pequeña joya.. Es una opinión común entre los observadores que si la cantante hubiera interpretado personalmente la canción en el Festival, seguramente la habría ganado.



Celentano, con 24mila baci, y veintitrés años, se presentó en el evento con una licencia especial otorgada por el comandante del cuartel, donde hacía la mili. Para conseguirle la licencia, incluso intervino el honorable Giulio Andreotti, entonces Ministro de Defensa.
Eso si que era un Festival de la canción como Dios manda. De ahí salían canciones que se escuchaban y cantaban durante tiempo y tiempo y quedaron como  clásicas.
Pino Donaggio y Teddy Reno quedaron en 6º lugar con Come sinfonia .