miércoles, 18 de diciembre de 2019

Más Dylan y mucho Careless love


En 1963, Johnny Cash escribió una carta a Bob Dylan en la que le declaró su profunda admiración por sus dos primeros discos, «Bob Dylan» y «The Freewheelin' Bob Dylan». El de Duluth, ferviente seguidor del Hombre de Negro desde que escuchó «I walk the line» en la radio el verano de 1956, le contestó proponiéndole quedar en el festival de Newport del año siguiente para conocerse.
Por fin en 1969, ahora hace 50 años, coincidieron en Nashville y se pasaron varias horas grabando versiones y temas del uno y del otro. los cánones comerciales de la época dieron al traste con este último proyecto, ya que las canciones sonaban muy improvisadas y no eran demasiado radiables, ni por duración ni por formato.
Living the blues, el origen de esta canción fue sin duda "Singing the blues", escrita en 1954 por Melvin Endsley y registrado por muchos, desde Johnny Cash, Marty Robbins, Tommy Steele, Andy Williams, Paul McCartney.  
Dylan la grabó en el 70 en el álbum, con diversidad de opiniones sobre su calidad aunque a mi me gusta mucho, Self Portrait. Será porque éste doble LP lo compré días antes de mi boda, lo escuche bastante los siguientes días y canté a menudo Living the blues con mi amigo Jose, por lo que tengo un gran cariño a éste doble álbum.



En diciembre de 1962, Bob Dylan, de veintiún años, cruzó el Atlántico y se empapó de la música tradicional británica. Estaba trabajando en material para su nuevo álbum, The Freewheelin ' Bob Dylan. En consecuencia, algunas de las canciones del álbum fueron fuertemente influenciadas por este estilo, en particular, Girl From The North Country, inspirada en la tradicional inglesa "Scarborough Fair".
Sin embargo, se supone que la principal inspiración fue la novia de Dylan en ese momento, Suze Rotolo, que aparece en la portada de Freewheelin '. 
La canción fue regrabada como dueto con Johnny Cash en 1969. 


Careless love se remonta a 1880 y se ha mantenido como un estándar de jazz y blues. Hay tropecientas versiones destacadas. La de Johnny Cash y Bob Dylan en la serie Bob Dylan Bootleg nº 15 de 1969, de la que no hay video en vivo, como tampoco de Fats Domino y Ray Charles.


Merece la pena recordar la versión de Fats Domino en 1951. Cómo machaca el piano. Da gusto.


y la de Ray Charles de 1962.Y cómo ralentiza el tempo y arrastra a la orquesta.



y una más reciente de 2011 con Wynton Marsalis & Eric Clapton, en un magistral blues.






The Times They Are A-Changin' del 64 está dominado por canciones de protesta, sin embargo, Dylan logró incluir también dos baladas de amor románticas magníficas: "Boots of Spanish Leather" y "One Too Many Mornings". De acuerdo con el tono austero del álbum, ambas canciones son baladas tristes sobre los fines de las relaciones. En One Too Many Mornings, un cantante debilitado y cansado está literalmente en el umbral de una ruptura. Aquí en el dúo de 1969 con Johnny Cash.




I Threw It All Away es uno de los mejores momentos de Nashville Skyline del 69.










jueves, 12 de diciembre de 2019

Ángel Álvarez


Vuelvo con Ángel Álvarez y su música que fue la mía y de muchos otros en los 60´s. Al principio de Vuelo 605, era difícil conseguir escuchar su programa entero en Radio Peninsular ya que acababa a las 3 de la tarde y era un poco justo para llegar al cole a tiempo, ya que las clases empezaban a las 15:45. En los años 1963 a 1965 pasaba todos los días de cole por delante del estudio en la calle Hilarión Eslava de Madrid al volver de clase, pero nunca me atreví a entrar.
Luego el programa fue cambiando de hora y de emisora, llegando a ser el programa que más tiempo perduró en la radio española, desde 1960 hasta 2004.
Además de escucharle y comentar con los amigos más próximos sus canciones, en El Corte Inglés de la calle Preciados (más tarde en todos, los de Madrid y Barcelona al menos), se podían encontrar unas hojas informativas, a colores, con la biografía semanal de un artista, unas breves noticias de actualidad musical y además, una lista de las 10 primeras canciones de esos grandes almacenes y las 10 del Hit Parade de Caravana.  Pero lo más sorprendente era que la mayor parte de esas canciones no se podían comprar ni allí ni en ningún otro lugar, entre otras cosas, porque no se editaban en España. ¿No parece increíble? Realmente, sin ese patrocinio permanente de El Corte Inglés, no creo que CARAVANA-VUELO 605 hubiera podido sobrevivir tanto tiempo.
Aunque ya he hecho dos entradas en este Blog sobre este programa no dejo de quedarme en suspenso cuando vuelvo a oir su voz introduciendo o despidiendo alguna de sus canciones. Me resulta curioso que tradujera "country" por "campesina".
Aquí reproduzco lo que podría ser uno  de sus programas con una muy pequeña selección. Alguna canción ya ha salido en éste blog anteriormente pero no puedo pasar por alto el Tell Laura y Greenfields.
Ya presenta él las canciones, pero por si hay alguna duda, aquí están los títulos:

Because they’re youngDuane Eddy
He’ll have to goJim Reeves (primer serie dorada)
Young emotionsRicky Nelson
Tell Laura I love herRay Peterson
Save the last dance for meThe Drifters
Three steps to heaven - Eddie Cochran
It’s now or neverElvis Presley
What a wonderful worldSam Cooke
GreenfieldsThe Brothers Four
Let it be meEverly Brothers

Y finalmente, en un programa de Tola en 1988, con el fondo de Greenfields, Ángel Álvarez debe referirse a los jóvenes de los 80's, cuando menciona a los padres; ya que fuimos nosotros, los teenagers  en los 60’s, los que nos enamoramos con esta música.












domingo, 24 de noviembre de 2019

Just a closer walk with Thee (Gospel?)



El último capítulo de la serie Bob Dylan Bootleg, la nº 15, revisita los viajes musicales fundamentales de Dylan a Nashville, de 1967 a 1969, centrándose en grabaciones previamente no disponibles realizadas con Johnny Cash y pistas inéditas y descartes de las sesiones de John Wesley Harding, Nashville Skyline y Self Portrait.
Escuchando las canciones de esta colección me sorprendió una que no reconocía aunque sonaba a algo muy oido. Es Just a closer walk with Thee una canción gospel tradicional que ha sido interpretada y grabada por muchos artistas. "A Closer Walk" es quizás el número más interpretado en la sección de himnos y cantos fúnebres de los tradicionales funerales de jazz de Nueva Orleans. El título y la letra de la canción aluden a un pasaje bíblico.
El autor preciso es desconocido. La evidencia sugirió que se remontaba a las iglesias afroamericanas del sur de USA en el siglo XIX, posiblemente incluso antes de la Guerra de Secesión.

La versión que me sorprendió es interpretada por Johnny Cash y Bob Dylan haciendo éste una segunda voz muy curiosa. Por supuesto, no hay video de la misma por lo que pongo sólo el audio.

Johnny Cash & Bob Dylan 1969 - Just  a closer  walk with Thee

Buscando éste dúo me encontré la versión en solitario de Johnny Cash que me parece estupenda y me pareció que tenía un aire doo wop (du duá) cuando entran los coros, que suenan genial.


Siguiendo con la búsqueda, ya que soy un maniático de las versiones por si encuentro una mejor, dí con la de Flatt & Scruggs and the Foggy Mountain Boys de 1955 . Una banda de bluegrass. Formada en 1948 y considerada por muchos una las primeras bandas de la historia del género.
Se nota inmeditamente como la canción puede ser una típica de bluegrass además de góspel, y veremos, más adelante, como puede hacerse todo tipo de estilos con una buena melodía, country, blues, jazz....


Tenía que llegar a la indiscutible reina del gospel, Mahalia Jackson, que es, sin duda, la mejor y más influyente cantante gospel de la historia. Tiene todos los premios posibles dentro de la música. Hay varias y buenas versiones en la red pero al final me quedé con esta de 1970 en el Festival de Jazz de Newport, donde al final le acompaña Louis Armstrong. Viendo y escuchando esto entran ganas de cantarlo con ella y moverte a su ritmo. Es fantástica.
Si aquí en misa se hubiera cantando algo así, hubiera ido mucho más a menudo.



Me encontré también con mi cantante preferida en un dúo, Patsy Cline con Willie Nelson (autor de Crazy). Dúo solo posible gracias a la reciente tecnología, al grabar Nelson su parte de canción y añadiendo la de 1962 de Patsy Cline. Da gusto oir a esta.


Patsy Cline & Willie Nelson - Just a closer walk with Thee

George Jones, otra leyenda del country, en 2008 muestra que todo lo que se necesita para hacer una gran actuación es extraer las emociones de la canción. Jones es capaz de capturar a su audiencia con esta preciosa melodía.



Otra sorpresa fue encontrar a Wynton Marsalis con Eric Clapton y Taj Majal en los conciertos de Jazz en el Lincoln Center en 2011. En España, esta grabación ganó un disco de oro.
Provenientes de ámbitos bien distintos, el jazz y blues, cuando se encuentran en Nueva Orleans ha sido el punto que los ha unido y el que ha logrado que en esta grabación, capturando a ambas estrellas en directo, surja la magia, sus instrumentos dialoguen con fluidez y el arte brote a raudales . Sin duda, Nueva Orleans y sus muchos afluentes sonoros siguen siendo ese lugar fascinante donde todas las músicas y estéticas pueden confluir y reformularse según los cánones que transforman un funeral en jolgorio mayúsculo, cuando en el minuto 6:36 Marsalis da un toque de trompeta y ya es el acabose.




Randy Travis en 2015 hizo su versión de "Just a Closer Walk with Thee", una de las más conocidas en la música country. Es fácil comprobarlo una vez que lo ves tocar la canción en vivo. Con una pequeña banda detrás de él, se nota que Travis estaba totalmente en contacto con la música mientras cantaba ese día. Esa fuerte conexión creó una sensación de paz en la sala que también se traduce a través de la pantalla.



Como ya he dicho, esta pieza es una de las más utilizadas en los funerales típicos de New Orleans. En estos funerales hay, normalmente 2 líneas. ”La primera línea" son principalmente miembros de la familia del difunto, los funcionarios de su club y la banda. "La segunda línea" es un grupo de dolientes / juerguistas que se reúne detrás de la primera línea, generalmente marchando solemnemente a la tumba, luego bailando y celebrando en la ruta lejos de la tumba.
Mientras se congregan los asistentes, el evento tiene un cierto aire solemne, corresponde a la "primera línea", que es cortado de pronto por el sonido de la trompeta y el redoblar del timbal que marca el inicio del funeral. Inmediatamente el cortejo responde con palmas y bailes, y empieza una procesión danzante que más parece un carnaval que una conmemoración luctuosa.
En el "jamming" o "descarga" de la banda de metales que sigue a los familiares se unen los vecinos y algunos curiosos que aprovechan para tomar la calle como pista de baile. Es la "segunda línea".
Aquí pongo una "primera línea" con esta pieza.


Después de tantas versiones, aún no se cual me emociona más. Es una pieza verdaderamente buena. Y todo empezó escuchando la Bootleg nº 15 de Bob Dylan.





martes, 19 de noviembre de 2019

I Really Don't Want to Know


I Really Don't Want to Know es una canción country-pop publicada en 1953. Quizá me haya pasado en cuanto a versiones de una canción pero me parece una muy buena canción que a mi me encanta y aunque no todas alcancen mi máximo gusto en la lista de versiones, cada una tiene su gracia y su importancia.
La más conocida versión, en sus principios, fue la de Les Paul (guitarrista e inventor de guitarras tales como la Gibson-Les Paul) con Mary Ford cantando en 1953 que alcanzó el nº 11 de los Top 100 en 1954.



Ese mismo año 1954, Eddy Arnold alcanzó el nº 1 de las listas country y en 1961 Skeeter Davis contestó a la de Arnold cambiando la letra. Típica canción respuesta aunque, como siempre, sin la calidad de la primera.





No podía dejar de poner una versión instrumental con Stanley Samuel al saxo tenor que en cuanto la he visto/oido la he incluido entre las que  debo interpretar (o intentarlo al menos) con mi saxo. A buen volumen, resuena en las tripas.  Siempre pensé que tocándolo decentemente se podía ligar bien. En otra vida lo intentaré.


Y finalmente, en su último show en 1977, Elvis Presley, ya muy estropeado y cansado, muy diferente a 40 años antes pero con una voz esplendorosa, hace la mejor versión y, quizá las más conocida.











jueves, 14 de noviembre de 2019

L’amour. Toujours l’amour


La chanson de vieux amants  es una de las más perfectas de Jacques Brel. Grabada en 1967, algo después de Ne me quitte pas.  La canción es el más hermoso testimonio de amor que dejó Brel, realista y lleno de trampas, amargo y tierno a la vez, empapado por el peso de los años y por las veces en que el sueño de un amor romántico traspasó el umbral de los deseos incumplidos.
Una canción de amor, pero un amor tormentoso y de muchos años en los que ha habido momentos difíciles y amargos;  un amor que ha perdido el amor de una relación, un amor donde ha habido infidelidades, en el que uno y el otro se conocen perfectamente. Y sobre todo el concepto del amor que casi es un reflejo de su propia vida, en el que aparece la necesidad de dar rienda suelta a los instintos más inmediatos, de un hombre que llegó a tener tres amantes a la vez, pero en el que también se pregunta si vivir en paz no es la peor de las trampas para los enamorados, para al final terminar de recoger lo maravilloso que hay en el fondo de la que define como una “tierna guerra”.



Harvest moon de Neil Young de 1992 es una canción que desde el primer momento me gustó y me dió una sensación alegre dentro de su tono semi triste.
Harvest Moon es una obra maestra. La canción celebra la longevidad en las relaciones y los amores con una melodía impecable respaldada por un arreglo musical perfecto. Desde el riff acústico inicial hasta la steel guitar, las sutilezas de sonidos etéreos, pinceladas suaves en la batería, el exquisito arreglo y las voces de acompañamiento (que incluyen a Linda Ronstadt) subrayan esto. Esta canción captura la esencia de la belleza y el romance, tan bien como ninguna otra canción.
Es una canción dedicada a su esposa y los dos bailan en el bar del video.






viernes, 8 de noviembre de 2019

Tannhaüser




El primer disco que recuerdo especialmente haber escuchado en  casa, fue un LP de 1955. Era un disco con obras de Wagner entre las que figuraban  La Cabalgata de las Walkirias y Tanhaüser. Siempre me impactaba el oírlo a todo volumen. Por lo que acabo de mirar, iba muy bien encaminado mi padre cuando eligió esa versión. La Filarmónica de Viena dirigida por Hans Knapperbusch es de lo mejorcito que se ha grabado.
Wagner dirigió el estreno de Tannhäuser en Dresde en 1845, no alcanzando las expectativas esperadas debido a un reparto inadecuado, su duración (algo más de tres horas) y su complejidad dramática.
En su estreno en París, Wagner esperaba hacerlo en el Théâtre Lyrique, pero fue en la Ópera de París y ello implicaba incluir un ballet en el segundo acto, como era tradición en este teatro. Ante la imposibilidad argumental y dramática de incluirlo en este acto, Wagner optó por introducirlo a continuación de la Obertura, representando el mundo sensual de Venus a través de una bacanal. Ésta versión se denominó la versión de París en contraposición de la versión Dresde.
Más tarde, en 1875, la revisó de nuevo y se denominó versión de Viena. Wagner quiso hacer una versión definitiva pero murió sin lograrlo.
Entre todas las grabaciones que existen, incluso en Youtube, he escuchado bastantes y la de Karajan es buenísima como siempre aunque quizá se pasa un poco con el protagonismo del director. Me ha impactado toda la grabación de la ópera de 3 horas y pico de Barenboim con la Staatkapelle de Berlin en 2015, es una variación de la versión París con una puesta en escena que merece la pena ver aunque el ballet distrae un poco de la música. Y finalmente he encontrado la versión de Karl Böhm, uno de los mejores directores del mundo con una de las mejores orquestas, la Filarmónica de Viena. Y aunque es una filmación antigua, quizá de los 50, a mi me gustó especialmente. El machaconeo de los violines es espectacular.
La Obertura de Tannhäuser es una de las páginas más difundidas del autor y se ejecuta frecuentemente en las salas de concierto. Constituye el paradigma de la obertura mosaico, exposición de los temas que se desarrollarán en la obra, principalmente el contraste entre el tema de los peregrinos, asociado al perdón, la piedad, el amor puro, Elisabeth, y el de Venus, el amor sensual y lujurioso. 


La historia de la obra es: Tannhäuser abandona a Venus y se reconcilia con los caballeros de los que se alejó antaño. Allí conoce de la existencia de una competición de canto, y decide ir para conquistar a Elisabeth. Tras confesarle su anterior pasado, esta le convence de que vaya a Roma a lograr el perdón. Al final la cosa no sale bien y el Papa no le perdona. Él muere y llegan los peregrinos, por fin, con el perdón.
El Coro peregrinos es el coro masculino formado por los peregrinos que, a lo largo de la obra, van y vienen de Roma en peregrinación para expiar sus pecados. La melodía, escuchada por primera vez al comienzo de la Obertura, se presenta como un grandioso coral de gran sobriedad y fervoroso texto. El característico motivo sincopado de la cuerda, nos hace partícipes de su ida y venida, acercándose y alejándose por el camino.
A mí, me pone los pelos de punta. He elegido esta versión porque suena mejor que otras más famosas. Es la Orquesta Filarmonía de Westfalia del Sur.










jueves, 24 de octubre de 2019

Días de lluvia


Habiendo vivido siempre en un clima mediterráneo, y por tanto, con cielo predominantemente soleado, estos días grises, lluviosos y tristes, para algunos, a mi me gustan especialmente y me han lanzado a tratar los movimientos que más me gustan de mis compositores favoritos, BMBM. No son, por supuesto, nada en lo que  no coincida con la gran mayoría. Bach, Mozart, Beethoven y Mahler. No son piezas tristes, quizá melancólicas pero extraordinariamente bellas.
La sensacional serie de conciertos para oboe de Antonio Vivaldi y Tomaso Albinoni representan para muchos el apogeo de la literatura musical barroca para dicho instrumento. Y sin embargo, y  como siempre,  aparece Johann Sebastian Bach para hacer de esta historia algo más complejo y fascinante. Bach se impone frente a todos los otros. Guste o no, (y a quien no, que se lo haga mirar), su música domina el arte occidental por su perfección estructural y por su tono espiritual (que no significa religioso), por su impecable factura y su extraordinaria organización melódica y rítmica.
Bach no pudo resistir al fantástico timbre del oboe, tan profundo y dulce, tan elástico y expresivo al mismo tiempo. Para dicho instrumento Bach compuso, durante los años de Leipzig a partir de 1723, el concierto BWV 1060a para violín y oboe en do menor, cuya partitura original, que desafortunadamente se perdió, fue reconstruida en su totalidad gracias a una trascripción del mismo concierto compuesta por Bach para dos claves. Entremos, pues, en este concierto y veamos por qué «inicialmente estaba Bach…, y después los demás».
Es dificilísimo elegir una pieza sólo entre todo J.S. Bach, pero puestos a ello me decido por el Adagio del Concierto para Oboe y Violín BWV 1060. El Adagio, es pura ternura y dulzura: Bach nos regala un momento de puro placer musical. Las cuerdas pellizcadas de la orquesta acompañan el diálogo entre el violín y el oboe: el vertiginoso juego del movimiento anterior parece parar, desaparecer, para transformarse en pura meditación. Las dos solistas dejan de correr entre estribillos y cadencias para agarrarse de la mano, mirarse a los ojos y caminar silenciosamente. Pero la pausa dura escasos minutos: justo el tiempo para tomar energía, recuperar fuerzas y volver a correr en el siguiente movimiento.
Entre los muchos momentos felices que hay en esta obra, destacan en especial los bellos episodios en que Bach hace trabajar a los solistas en forma paralela, creando ámbitos melódicos y armónicos de gran profundidad.
El caso es que este concierto está sin duda entre las mejores creaciones instrumentales de Bach, a la altura de los mejores momentos de sus espléndidos Conciertos de Brandenburgo y fue escrito, probablemente, en el período entre 1717 y 1723.
Entre lo que he encontrado, esta versión me ha gustado especialmente. Es Agne Doveikaite-Rubine (violín), Juste Gelgotaite (oboe) y Kremerata Baltica Chamber Orchestra.


El 7 de octubre de 1791 Mozart escribe una carta a su mujer en la que le informa que ha terminado la orquestación de un Concierto para clarinete dedicado a Anton Stadler, quien ya era el dedicatario del Quinteto para clarinete k 581. Al parecer, Mozart, que adoraba la sonoridad del clarinete, ya había escrito un boceto en 1789 para corno de basset (clarinete grave) que según las investigaciones constituyó la primera versión del Concierto para clarinete hoy conocido. Pese a que la partitura autógrafa de ese esbozo se perdió, la misma se ha podido reconstruir mediante algunos apuntes realizados por Mozart. La recensión más antigua que se conserva de este concierto es ya una adaptación para clarinete común.
El clarinete fue una de las más bellas conquistas de la orquesta del siglo XVIII y Mozart ya dio buena cuenta de sus posibilidades . Mozart se enamoró de este instrumento cuya sonoridad es del todo inimitable y que sólo puede ser igualada por la voz humana. Es posiblemente el movimiento en el que Mozart trató de acercarse más a la voz humana mediante un instrumento solista. De apenas cien compases de duración, esta joya pasa por ser uno de los movimientos más puros y emocionantes de toda la producción mozartiana.
Se estreno el 16 de Octubre de 1791, un mes y medio ante de la muerte de Mozart. Stadler tocó el concierto en Praga en el esreno, y su actuación fue favorablemente recibida aunque no se mencionaba el trabajo de Mozart.
En una encuesta de la BBC, cadena de música clásica, se llegó a la conclusión que era el concierto que más veces se interpretaba diariamente en el mundo.
Por supuesto es el Adagio del Concierto para clarinete nº 1 KV 622 de W.A. Mozart y está interpretado por Arngunnur Árnadóttir, clarinete, y la Iceland Symphony Orchestra dirigida por Cornelius Meister.
En cuanto empieza éste adagio a mi se me pone la carne de gallina y me quedo sin respiración hasta que me sale un gran suspiro. Y si se pone uno melancólico hasta puede que salga alguna lágrima.


La Novena de Beethoven se estrenó en 1824 . El tercer movimiento, Adagio, comienza con breves recapitulaciones de los movimientos anteriores, a los cuales los violonchelos contestan con comentarios inicialmente pensados para la voz humana. Finalmente, el bajo irrumpe con una llamada "Amigos no en esos tonos..." tras lo cual la melodía basada en la oda es tocada, primero por la orquesta, y luego por el coro.
En el Adagio, hay un tema principal, luego un Andante, una variación del tema principal, un segundo Andante que es prácticamente la repetición del primero, luego una segunda variación del tema principal y, finalmente, una Coda muy diferente a todo lo anterior. Contiene dos temas idílicos con sus variaciones. Destacan unos solos de trompa compuestos expresamente por Beethoven para el instrumentista de la cuarta trompa. En la parte final se escuchan dos compases patéticos del principio de la obra, pero el movimiento termina en un ambiente de apacible calma.
Adagio molto e cantabile, Andante moderato, tempo primo, andante moderato, adagio, lo stesso tempo, términos musicales italianos que no es preciso dominar para recrearse con la caricia para los oídos que supone este tercer movimiento.
He dudado entre la versión de Barenboim con la West-Eastern Divan Orchestra o la de Karajan con la Filarmónica de Berlin. He elegido, tras varias visiones, el Tercer movimiento - Sinfonía nº 9 de Beethoven dirigido por Karajan.


Éste adagio  siempre me altera. Es una sensación de subir y bajar, de dar vueltas alrededor de lo mismo pero sin ser vueltas concéntricas. Me viene a la cabeza el atractor de Lorenz  Cuando tiendes a alejarte te atrae al centro de nuevo y así sucesivamente. Y además,  “me pone”.



Mahler, para mi, es el último compositor de música clásica.  Se puede discutir el asunto y seguro que sale algún otro posterior (quizá Strauss). Pero para mí es así. También me resultó difícil elegir algo. La Despedida de su Canción de la Tierra me encanta, pero ya la he puesto. Últimamente he escuchado de nuevo sus sinfonías y me he decidido por la Sinfonía nº 2 “Resurrección”.
Mahler presentó su obra al entonces eminente director Hans von Bülow, que tuvo una reacción sumamente desfavorable y la consideró antimusical. Profundamente desanimado, no obstante no abandonó su obra y posteriormente regresó al movimiento, agregando tres más a fines de 1893 - eran los cuatro primeros de la sinfonía que conocemos. Dejó la obra por un tiempo, sintiendo que necesitaba un final.
Mahler diseñó un programa narrativo para la obra que reveló a varias de sus amistades. Sin embargo, no aprobó su difusión pública, aunque en la actualidad siempre se divulga en los programas de concierto. Esta Segunda Sinfonía apunta hacia lo trascendental, hacia un estado de felicidad total, sólo accesible a través de la conquista y el renunciamiento de la realidad tangible del " hermoso mundo". El tema fundamental de la obra es "moriré por vivir". Y así lo escribió:

Me planteo una serie de cuestiones (¿Por que has vivido? ¿Por que has sufrido? ¿Es todo esto una enorme y horrenda broma?) que solo se podrán resolver si es cierto que hay una vida después de la muerte”
“En cualquier caso, daré las respuestas en el último movimiento de la obra”.

En la parte final del 5º movimiento, los coros entran en pianissimo con las palabras del poema de Klopstock, amplificado por el propio Mahler, Auferstehe’n, ja aufersteh’n wirst du, resucitarás, si, tu resucitarás. Un solo de la contralto canta las palabras, O glaube, mein Herz o glaube!, ¡Oh cree, corazón mío, cree!, consigue apagar la última duda. Una certeza que exalta a todos los participantes. Los coros entran con variaciones del tema de la resurrección. Sigue un dúo de la contralto y la soprano, al que se unen luego los coros, anunciando el triunfo final sobre la muerte. Termina con una apoteosis final, en la que todos los coros unidos cantan Aufersteh’n en fortissimo. Al final del movimiento se permite al coro desarrollar toda la potencia vocal de que es capaz en un final como hay pocos: con coro, solistas, la nutrida orquesta en pleno, los metales a toda potencia, dos arpas, percusión, mucha percusión, gongs, campanas, hasta el órgano… 
Aquí va el apoteósico Final de la 2ª Sinfonia "Resurrección" de Mahler con la  Joven Orquesta Simón Bolivar de Venezuela y el National Youth Choir of Great Britain, dirigidos por Gustavo Dudamel.  ¡Esto es un auténtico Finale brillante como hay pocos! Disfrutadlo.





martes, 15 de octubre de 2019

Más de mi música


Midnight Special es una canción popular tradicional que se cree se originó entre los prisioneros en el sur de Estados Unidos. La canción se refiere al tren de pasajeros Midnight Special.
La canción se interpreta históricamente en el estilo country-blues desde el punto de vista del prisionero y ha sido interpretada por muchos artistas.
Ya en 1905 aparece por primera vez un registro sobre ella. Como tantas canciones populares americanas, su héroe no es un hombre sino un tren . La luz del tren es vista como la luz de la salvación, el tren que podría alejarlos de los muros de la prisión.

Let the Midnight Special shine her light on me,
Let the Midnight Special shine her ever-loving light on me

Sólo en un registro recogido por los hermanos Lomax en la Penitenciaría del Estado de Mississippi, identifica el ferrocarril que opera el Especial de Medianoche, el Central de Illinois que tenía su ruta a través de Mississippi. Pero no está claro del todo. Lo más probable es que la canción se refiera al tren Houston a New Orleans que partía de la estación Union de Houston poco antes de la medianoche.
La versión de Harry Belafonte de 1962; es notable por contener la primera grabación oficial de Bob Dylan tocando la armónica. Dylan también hace referencia a una línea de la canción - "Shine your light on me" - en la canción, "Precious Angel", de su álbum de gospel de 1979 Slow Train Coming
Paul McCartney la ha interpretado en numerosas ocasiones (con The Beatles y solo) y ABBA grabó la canción en 1975 para una obra benéfica.
La versión que yo tengo, y no sé ni cuando ni como llegó a mis manos, es la de Paul Evans de 1960.
Esta canción se convirtió en uno de los grandes 'estándares' del movimiento folk / blues, y tuvo una nueva oportunidad cuando en 1969 John Fogerty de Creedence Clearwater Revival arregló una versión para la banda. En sus conciertos, el ritmo de CCR proporcionó una forma completamente nueva de escuchar la canción, que fue bien recibida por una nueva generación, que de otra manera no habría tenido la oportunidad de fijarse en ella. 


                 Paul Evans 1960                                                    Creedence Clearwater Revival 1969


Skeeter Davis, cantante de género Country de principios de los 60, nos da la receta de cómo cantar una de las canciones más pesimista del mundo con una dulzura que impresiona. Volvemos otra vez al tema sobre el que más se ha cantado a lo largo de la historia, el amor. Dentro de sus múltiples variantes, las pérdidas, son unas de las más prolíficas fuentes de inspiración musical y esta es una de ellas.
The End of the World de 1962 no es un título tremendista para el profundo sentimiento de pérdida que se expresa en esta canción. Fue un gran éxito popular que hemos escuchado en películas y series.






Mr Lonely fue grabada por primera vez por Bobby Vinton en 1962 en un LP. La canción permaneció 15 semanas en el Billboard Hot 100, alcanzando el nº 1 en diciembre de 1964, siendo una de las pocas canciones que llegaron al número uno en USA durante la invasión inglesa encabezada por "The Beatles".
Vinton comenzó a escribir la canción mientras servía en el ejército. La canción describe a un soldado que es enviado al extranjero y no tiene comunicación con su hogar. El cantante lamenta su condición y desea que alguien hable con él. El single de la grabación de Vinton fue lanzado justo cuando la Guerra de Vietnam se intensificaba y muchos soldados experimentaban una situación similar. En la versión de Vinton destacan sus sollozos emocionales durante el segundo verso.



Ain't no sunshine compuesta y cantada por Bill Withers surgió según él en el cine: "Estaba viendo una película llamada Days Of Wine And Roses (1962) con Lee Remick y Jack Lemmon.
En su primer lanzamiento, esta canción no apareció en las listas del Reino Unido, pero la versión de Michael Jackson en 1972 la catapultó hacia los primeros puestos.
No hay introducción en esta canción, ya que las voces entran de inmediato. Esto fue considerado como malo para fines de marketing, ya que significaba que los disc jockeys no podían comentarla, pero le dio a la canción una estructura más interesante.
La parte donde Withers repite "I know, I know" se ha convertido en un estribillo muy reconocible de la canción, pero no era lo que tenía en mente el autor. Estaba pensando en cómo seguir la letra e introdujo el I know involuntaraimente. Booker T. era el productor y también estaban los MG, Stephen Stills y Graham Nash en la grabación, y todos estuvieron de acuerdo en que lo dejara así.
En la canción de 2015 de Shawn Mendes "Sé lo que hiciste el verano pasado", él y su compañera de dúo, Camila Cabello, cantan secciones "I know" similar a como lo hizo Withers en "Ain't No Sunshine".






jueves, 5 de septiembre de 2019

Ginger y Fred


Las canciones de ciertas películas que fueron un gran éxito y siempre me han encantado, tenían en común ofrecer historias intrascendentes (como yo) donde ningún espectador iba a sufrir. A nadie se le iba a recordar lo mala que era la existencia fuera de los cines: pagaban por su hora y media de felicidad, y eso era exactamente lo que obtenían. No eran espectadores de mentalidad simple, sino espectadores que estaban hartos de la miserable realidad. El espectador podía acudir al cine para ver una comedia o un musical y saber con total certeza que iba a salir de la sala sintiéndose mejor de lo que había entrado; aquellas películas estaban diseñadas para ser completamente inofensivas en lo referente a la situación económica, exceptuando quizá las alusiones sarcásticas a las diferencias entre clases sociales. Las estrellas que triunfaban en aquellas películas eran las que cantaban y bailaban, pero que además parecían tremendamente simpáticas (aunque no siempre lo fuesen en la vida real). Ginger Rogers era guapa pero Fred Astaire quizá no hubiese sido una estrella tan grande en otra época donde, además de su talento, se le hubiese demandado otra presencia física.

El éxito de la pareja Fred Astaire y Ginger Rogers se explica en cualquier instante donde compartan plano. Sabiendo que se detestaban y que tenían que ensayar juntos los bailes, con las horas que eso conlleva, es alucinante cómo consiguen eliminar el más minúsculo átomo de mal rollo desde el instante mismo en que la cámara empieza a rodar. No solo en los bailes, sino en los diálogos. Cuando discuten en una escena, no parecen dos actores que se lleven mal dejando que eso se note en pantalla, que es lo que harían dos actores «del método». Al contrario, parecen dos actores que se llevan bien pero que fingen que se llevan mal para interpretar la escena. Suena raro, pero es así. No se percibe el más mínimo atisbo de tensión real. A eso se llama profesionalidad y talento

Puttin' On the Ritz canción escrita por Irving Berlin en 1927. Se estrenó para la película musical Puttin' On the Ritz (1930). El título deriva de la expresión slang coloquial "to put on the Ritz", que significaba vestirse de forma muy elegante (para ir al Ritz). En la versión original se trataba de la gente bien de Harlem que desfilaban por la Lenox Avenue. Luego en la versión de 1946, se hablaba de los blancos ricos de Park Avenue

Hay otra versión de 1939 en que el actor principal es nada menos que Clark Gable cantando y bailando. Pero no es lo mismo que con Fred Astaire.




Night and Day está escrita por Cole Porter en 1932 para el musical Gay Divorce. Quizá las más popular contribución de Porter al Great American Songbook (canon de las más importantes e influyentes canciones y estándares de jazz de principios del siglo XX) y grabada por docenas de músicos. 
Fred Astaire estrenó Night and Day en el musical y alcanzó el nº 1 en las listas diarias durante 10 semanas La canción fue compuesta para que la cantara Fred Astaire y Cole Porter sabía del escaso registro de su voz, por lo que la adaptación a esa voz hizo que de ser una canción del montón pasara a ser una obra maestra. El resultado no solo fue un escaparate perfecto para Astaire, sino también una de las diez canciones que más dividendos han generado a la sociedad de autores estadounidense en toda su historia. Fred Astaire volvió a hacer el mismo papel en 1934 en la versión para cine entonces renombrada como The Gay Divorcee. El pequeño cambio de título fue debido a la censura que insistió en que el divorcio puede no ser alegre aunque la divorciada si. Qué se puede decir de una canción que todo el mundo ha cantado, tarareado, versionado, vista y oído en multitud de películas....Fue un extraordinario éxito en todo el mundo y, lo sigue siendo.





Sombrero de copa (Top Hat) fue la cuarta, más exitosa y más recordada de las nueve película que Fred Astaire y Gingers Rogers rodaron juntos entre 1933 y 1939. Su química en pantalla era algo fuera de lo común, no solamente durante sus hipnóticos números de danza, sino también en las secuencias narrativas.
Nadie necesitaba que una historia fuese creíble, porque no iban al cine a ver representada su propia vida. Uno la ve sabiendo que es todo un artificio y que precisamente en ello reside su encanto.

Top Hat, White Tie and Tails es otra muy popular canción escrita por Irving Berlin para la película de 1935 Top Hat, con Fred Astaire. El título hace referencia a la forma adecuada de vestir para una fiesta a la que has sido formalmente invitado: sombrero de copa, pajarita blanca y frac. Su canción de dos minutos logra ese sentimiento, impartiendo una sensación de baile en sus ritmos, de expectativa en sus letras y de deleite en sus temas inolvidables.




Cheek to Cheek tambien fue escrita por Berlin para Top Hat. Rápidamente se convirtió en un estándar del Great American Songbook. 

Cheek to Cheek comienza con un humor alegre, con las letras de Berlín (" Heaven, I'm in heaven ... ") perfectamente combinadas con la música alegre y pegadiza. Todo rebosa de una sensación de optimismo y diversión, y cuando se canta la frase recurrente, "Cuando estamos juntos / Bailando mejilla a mejilla", Berlin da una forma despreocupada a la música que se traduce en un encanto. 

Hablar de “Sombrero de copa”, sobre todo, es hablar de una canción y de un vestido de plumas que ya es un icono en la historia del cine. Un vestido tan vaporoso que parece cobrar vida propia cuando Ginger Rogers comienza a deslizarse por la pista de baile. 

Para el número de Cheek to CheekGinger Rogers quería llevar un elaborado vestido azul pesadamente adornado con plumas de avestruz. Cuando el director Mark Sandrich y Fred Astaire vieron el vestido, pensaron que sería muy poco práctico para bailar. Pero Ginger se salió con la suya y bailó con el sofisticado vestido.

Como no había tiempo para ensayos Ginger Rogers llevó el vestido emplumado azul por primera vez durante la filmación y, como Astaire y Sandrich se temían, las plumas empezaron a desprenderse del vestido. Más tarde Astaire comentó que era lo más parecido a “un pollo siendo atacado por un coyote”. En la película se pueden ver algunas plumas cayéndose. 

Puede ser la mejor película que representa un rayo de luz en un período oscuro de la historia estadounidense como fue la Depresión. Y a mí siempre me han alegrado el día.





Y como curiosidad vemos como aún hoy se baila y aprovecha una buena música (Puttin' on the Ritz) para alegrar el día, incluso en Moscú y nevando.



miércoles, 28 de agosto de 2019

Django


Hace un par de días, en mi paseo matutino con Priya, iba escuchando estándares hasta que uno me resultó especialmente atractivo y, aunque me sonaba la melodía inicial, no tenía ni idea de lo que era. Como cuando registré esa pieza  lo hice junto con otras versiones - las indicadas por Ted Gioia en su “El canon del jazz. Los 250 temas imprescindibles” -, la escuché varias veces. En casa me puse a buscar y averigüé que era Django del Modern Jazz Quartet. Es curioso, o quizá no tanto, pero me recuerda a I remember Clifford.
Por supuesto el Django del título se refiere a Django Reinhardt el famoso guitarrista gitano que con sólo  dos dedos útiles en una mano revolucionó el toque de guitarra en el jazz. Sobre la base de un contrabajo, de dos guitarras rítmicas y del habitual violín de Stéphane Grappelli, Django desarrolla una música alegre y extraordinariamente flexible. Aquí tenemos un ejemplo, J'attendrai con el Quinteto del Hot Club de Francia.



El tema, Django, lo compuso John Lewis en 1954, tras la muerte de Django, como lamento a la muerte de un amigo. John Lewis (1920-2001) fue un pianista, compositor y arreglista, fundador y lider del Modern Jazz Quartet. La partitura original solo recoge los acordes del pasaje fúnebre con el que Lewis abre y cierra la pieza, pero ya en su primera grabación con el Modern Jazz Quartet se ve que Lewis tenía una idea más ambiciosa. La estructura final de la pieza es complicada y se considera una rareza dentro del mundo del jazz por el número de compases en cada sección. Aquí en una actuación en 1987.



Podemos comparar, por ejemplo, la apuesta tórrida y visceral de Sonny Rollins (1964) alimentado con la energía de Herbie Hancok al piano,



o el tratamiento lírico que le aplica Wynton Marsalis (1984).>



Todas y cada una de estas propuestas ponen de relieve una faceta distinta de Django. Cómo la reformulación eléctrica de John McLaughlin y Jeff Beck (1995)


e incluso de su autor que, poco antes de morir, ya insinúa una nueva acompañado de Marsalis.


Finalmente vemos y escuchamos la última propuesta de John Lewis de Django solo al piano en el 2000. Me parece perfecta y preciosa, y cuanto hay que agradecer al padre y la madre de todo esto, J.S.Bach.


Resulta curioso cómo según pasan los años, se va simplificando y mejorando, y la última versión del autor es totalmente minimalista y perfecta.


sábado, 10 de agosto de 2019

Números 1 del siglo XX



Un día me dio por tratar de conocer todas las canciones que habían sido nº 1 desde el inicio del registro de canciones. Cosa imposible, como se deduce rápidamente, pero que no deja de tener su intríngulis. Habría que especificar el país; si había listas de clasificaciones y como se hacían, de que tipo de música; etc.. A finales del siglo XIX y principios del XX, lo único que podía saberse es el número de partituras que se vendían de una pieza musical, pero, a veces, cuando se escribía la partitura, ya llevaba la pieza varios años sonando.
Creo que todos reconocemos estas canciones, aunque en el “todos” no se incluyan los que tengan menos de 40 o 50 años.
Una que si estuvo bien documentada es de 1910 compuesta por Irving Berlin. Un rag llamado "Alexander And His Clarinet" en 1910, pero no le dio mucha importancia, aunque la reescribió en 1911 después de que se le pidiera que escribiera una canción para un Club de New York. Esta nueva versión fue Alexander's Ragtime Band. Berlin escribió sobre una verdadera banda y su director, que eran populares en ese momento en Nueva Orleans.
El ragtime o, simplemente rag, es el primer ritmo típicamente estadounidense y dio origen al jazz. El ragtime empezaba a perder popularidad frente al jazz a fines de la década de 1910, pero reapareció el fervor por él con el hit "Alexander's Ragtime Band". El éxito de esta nueva canción hizo que Irving Berlin pensara en hacer una opera rag que no prosperó. El compositor Irving Berlin fue uno de los que lideró la evolución del ragtime y el jazz.
"Alexander's Ragtime Band" no fue el primer éxito de Berlín, ni fue el primero en atraer la atención internacional, pero atrajo más publicidad que cualquier otra canción de la década, vendiendo un millón de copias de la partitura en el primer año; Berlin le compró a su madre una casa con las ganancias, que superaron los treinta mil dólares.
La melodía comenzó a sacudir los talones y los hombros de toda América y una buena parte de Europa. La letra, por tonta que fuera, era fundamentalmente correcta. Sus palabras, enfatizadas por la repetición inmediata: "Come on and hear" - fueron una invitación para "venir", unirse y "escuchar" al cantante y la canción. Y esa idea de invitar a todos los escuchantes se convirtió en parte de la feliz decisión ".
En 1938 se rodó la película musical con Tyrone Power, Alice Faye, Don Ameche y Ethel Merman.


Chattanooga Choo Choo fue originalmente grabada para la Big Band Glenn Miller Orchestra, y posteriormente aparecería en la película de 1941 Sun Valley Serenade, de donde he sacado el video. Da gusto escuchar una banda como esta. Es la primera canción de la historia en recibir un Disco de oro, por haber llegado a vender más de un millón de copias. Tex Beneke era el primer cantante junto con Paula Kelly y el grupo vocal The Modernaires. Glenn Miller dirige y toca el trombón.
La canción abre con la orquesta sonando como un tren en una estación, con las trompetas y trombones imitando el silbido del tren. En 1953 Anthony Mann rodó la película biográfica "The Glenn Miller Story", cuyo título en España fue "Música y lágrimas", en la que James Stewart interpretaba a Glenn Miller.


En la década de 1940, era una práctica habitual en la industria discográfica que los sellos lanzaran versiones "competitivas" de canciones exitosas. La grabación It's Been a Long, Long Time de la orquesta de Harry James con la voz de Kitty Kallen alcanzó el número 1 de la lista Billboard Hot 100 en noviembre de 1945, y una versión de Bing Crosby acompañada por las guitarras de Les Paul Trio reemplazó la versión de James en el número 1 en diciembre de 1945. Fue un gran éxito al final de la Segunda Guerra Mundial. Las letras de Cahn fueron escritas desde la perspectiva de una persona que da la bienvenida a casa a su ser querido al final de la guerra. 
En el video tenemos una serie de fotogramas de pelis conocidas de aquellos años y algo posteriores.

(Les Paul fue una de las más importantes figuras en el desarrollo de instrumentos musicales eléctricos y técnicas de grabación. Les Paul fue pionero en el desarrollo de las guitarras de cuerpo macizo con el diseño de los modelos Gibson Les Paul, que adoptaron su nombre). 



En 1945 dos músicos estadounidenses compusieron la canción (I Love You) For Sentimental Reasons, y la grabaron con su grupo, The Brown Dots. Un año después, en 1946, la versión del gran Nat King Cole arrasó en las listas de éxitos.


Pero a mi me gusta más la versión de The Righteous Brothers de 1965. Quizá porque la producción de Phil Spector resulta apoteósica. Te deja sin aire si intentas seguirla y tiene una subidas y bajadas espectaculares aparte del muro de sonido wagneriano.
En el video vemos la típica jukebox. Me encantaban. Pasé muchos y muy buenos ratos en un bar cerca de casa con una jukebox cuando debía estar en clase en la Uni.


Aquellos ojos verdes es un bolero, escrito en 1929 por músicos cubanos. En 1931 fue publicada una versión en inglés («Those Green Eyes»), que en 1941 entró en el ranking musical de Billboard, permaneciendo por 21 semanas, alcanzando el número uno de la lista. Era la orquesta de Jimmy Dorsey con Bob Eberly & Susan O’Connell cantando. Es fantástico como pasan de una balada a un swing. Aquí en una grabación de 1947. En la otra cara del disco estaba María Elena que también alcanzó el nº 1. La canción popularizada a nivel mundial, ha sido interpretada por múltiples cantantes y orquestas, realizando adaptaciones en los más diversos géneros musicales.



En 1947, Elsa Aguirre, leyenda viva de la época de oro del cine mexicano cautivó tanto con su talento como por su belleza. Llegó al cine por casualidad a través de un concurso de belleza que ganó con 14 años. En el rodaje de Algo flota sobre el agua,  Elsa Aguirre tenía 17 años y sirvió de inspiración para que Zacarías Gómez Urquiza y Manuel Esperón se unieran para componer exclusivamente para ella la canción Flor de azalea que fue el tema musical de dicha película. No se donde, ahora, pero en algún sitio leí que llegó a ser nº 1 de las listas de éxito de 1947. Hay versiones muy conocidas, incluyendo entre las mejores la de Chavela Vargas, pero quería saber quien era la inspiración y el origen de esta canción. Aquí he unido dos secuencias de la película.







jueves, 8 de agosto de 2019

Siempre Elvis


Acabo de ver una serie que me ha gustado mucho, a lo que ha contribuido, en gran manera, la banda sonora que es impresionante y el contar con Reese Witherspoon y Nicole Kidman. Es la primera temporada de Big little lies.
El tema inicial de cada capítulo es original y muy bueno, grabado en 2016. Es Cold Little Heart de Michael Kiwanuka un británico de origen ugandés. Hay versiones de distintas duraciones. Aquí pongo una de las medias. Aunque la más larga merece la pena escucharla (Live Session) y te deja hipnotizado con casi 12 minutos.




En la banda sonora de esta serie, que recibió un Grammy por la selección de la música, destacan varias canciones de Elvis Presley en el momento decisivo de la serie; una fiesta de disfraces con Audrey Hepburn and Elvis Presley como tema inspiración. Empieza con una corta introducción de It’s now or never y luego ya entra en faena con varias canciones no de las más reconocidas de Elvis pero es gracias a sus interpretaciones por lo que llegamos a recordarlas, y siempre es agradable oir a Elvis en buena época.
Por orden de aparición en el último capítulo son:
Don't de 1958. Escrita y producida por los grandes del rock, Leiber y Stoller. Fue el undécimo nº 1 de Elvis en USA. Lo canta Zoë Kravitz y ella misma es la actriz que lo interpreta en la serie.



The wonder of you fue un éxito en 1959 de Ray Peterson (el mismo que canta mi particular canción favorita “Tell Laura I love her”). Según Peterson, Elvis le preguntó si no le importaba que la grabara también él. Peterson dijo “ tu no tienes que pedirme permiso, tu eres Elvis Presley. Y Elvis contestó: "Si, y tu eres Ray Peterson". La verdad es que la versión de Peterson es apoteósica con toda la orquesta y coros.



Elvis la grabó en 1970 en su show en Las Vegas y fue un gran éxito en USA y, sobre todo, en Gran Bretaña. La versión de Elvis no tiene más pegas que 1970 y en Las Vegas no es su mejor momento.
La versión de la serie es de Conor O'Brien en 2017 para Big Little Lies aunque hace que la canta uno de los actores de la misma. En todo caso, la suavidad con que la canta me resulta más agradable que la de Elvis.



How's the world treating you se grabó para el segundo LP de Elvis en 1956. Los compositores fueron dos de las más grandes figuras de la música en USA, Chet Atkins y Boudleaux Bryant. En Big little lies lo canta Daniel Agee interpretado por otro de los actores. El momento es fundamental en la serie y suena de fondo mientras dialogan los actores, por lo que ha resultado un poco más complicado poner la canción con su secuencia.