jueves, 5 de septiembre de 2019

Ginger y Fred


Las canciones de ciertas películas que fueron un gran éxito y siempre me han encantado, tenían en común ofrecer historias intrascendentes (como yo) donde ningún espectador iba a sufrir. A nadie se le iba a recordar lo mala que era la existencia fuera de los cines: pagaban por su hora y media de felicidad, y eso era exactamente lo que obtenían. No eran espectadores de mentalidad simple, sino espectadores que estaban hartos de la miserable realidad. El espectador podía acudir al cine para ver una comedia o un musical y saber con total certeza que iba a salir de la sala sintiéndose mejor de lo que había entrado; aquellas películas estaban diseñadas para ser completamente inofensivas en lo referente a la situación económica, exceptuando quizá las alusiones sarcásticas a las diferencias entre clases sociales. Las estrellas que triunfaban en aquellas películas eran las que cantaban y bailaban, pero que además parecían tremendamente simpáticas (aunque no siempre lo fuesen en la vida real). Ginger Rogers era guapa pero Fred Astaire quizá no hubiese sido una estrella tan grande en otra época donde, además de su talento, se le hubiese demandado otra presencia física.

El éxito de la pareja Fred Astaire y Ginger Rogers se explica en cualquier instante donde compartan plano. Sabiendo que se detestaban y que tenían que ensayar juntos los bailes, con las horas que eso conlleva, es alucinante cómo consiguen eliminar el más minúsculo átomo de mal rollo desde el instante mismo en que la cámara empieza a rodar. No solo en los bailes, sino en los diálogos. Cuando discuten en una escena, no parecen dos actores que se lleven mal dejando que eso se note en pantalla, que es lo que harían dos actores «del método». Al contrario, parecen dos actores que se llevan bien pero que fingen que se llevan mal para interpretar la escena. Suena raro, pero es así. No se percibe el más mínimo atisbo de tensión real. A eso se llama profesionalidad y talento

Puttin' On the Ritz canción escrita por Irving Berlin en 1927. Se estrenó para la película musical Puttin' On the Ritz (1930). El título deriva de la expresión slang coloquial "to put on the Ritz", que significaba vestirse de forma muy elegante (para ir al Ritz). En la versión original se trataba de la gente bien de Harlem que desfilaban por la Lenox Avenue. Luego en la versión de 1946, se hablaba de los blancos ricos de Park Avenue

Hay otra versión de 1939 en que el actor principal es nada menos que Clark Gable cantando y bailando. Pero no es lo mismo que con Fred Astaire.




Night and Day está escrita por Cole Porter en 1932 para el musical Gay Divorce. Quizá las más popular contribución de Porter al Great American Songbook (canon de las más importantes e influyentes canciones y estándares de jazz de principios del siglo XX) y grabada por docenas de músicos. 
Fred Astaire estrenó Night and Day en el musical y alcanzó el nº 1 en las listas diarias durante 10 semanas La canción fue compuesta para que la cantara Fred Astaire y Cole Porter sabía del escaso registro de su voz, por lo que la adaptación a esa voz hizo que de ser una canción del montón pasara a ser una obra maestra. El resultado no solo fue un escaparate perfecto para Astaire, sino también una de las diez canciones que más dividendos han generado a la sociedad de autores estadounidense en toda su historia. Fred Astaire volvió a hacer el mismo papel en 1934 en la versión para cine entonces renombrada como The Gay Divorcee. El pequeño cambio de título fue debido a la censura que insistió en que el divorcio puede no ser alegre aunque la divorciada si. Qué se puede decir de una canción que todo el mundo ha cantado, tarareado, versionado, vista y oído en multitud de películas....Fue un extraordinario éxito en todo el mundo y, lo sigue siendo.





Sombrero de copa (Top Hat) fue la cuarta, más exitosa y más recordada de las nueve película que Fred Astaire y Gingers Rogers rodaron juntos entre 1933 y 1939. Su química en pantalla era algo fuera de lo común, no solamente durante sus hipnóticos números de danza, sino también en las secuencias narrativas.
Nadie necesitaba que una historia fuese creíble, porque no iban al cine a ver representada su propia vida. Uno la ve sabiendo que es todo un artificio y que precisamente en ello reside su encanto.

Top Hat, White Tie and Tails es otra muy popular canción escrita por Irving Berlin para la película de 1935 Top Hat, con Fred Astaire. El título hace referencia a la forma adecuada de vestir para una fiesta a la que has sido formalmente invitado: sombrero de copa, pajarita blanca y frac. Su canción de dos minutos logra ese sentimiento, impartiendo una sensación de baile en sus ritmos, de expectativa en sus letras y de deleite en sus temas inolvidables.




Cheek to Cheek tambien fue escrita por Berlin para Top Hat. Rápidamente se convirtió en un estándar del Great American Songbook. 

Cheek to Cheek comienza con un humor alegre, con las letras de Berlín (" Heaven, I'm in heaven ... ") perfectamente combinadas con la música alegre y pegadiza. Todo rebosa de una sensación de optimismo y diversión, y cuando se canta la frase recurrente, "Cuando estamos juntos / Bailando mejilla a mejilla", Berlin da una forma despreocupada a la música que se traduce en un encanto. 

Hablar de “Sombrero de copa”, sobre todo, es hablar de una canción y de un vestido de plumas que ya es un icono en la historia del cine. Un vestido tan vaporoso que parece cobrar vida propia cuando Ginger Rogers comienza a deslizarse por la pista de baile. 

Para el número de Cheek to CheekGinger Rogers quería llevar un elaborado vestido azul pesadamente adornado con plumas de avestruz. Cuando el director Mark Sandrich y Fred Astaire vieron el vestido, pensaron que sería muy poco práctico para bailar. Pero Ginger se salió con la suya y bailó con el sofisticado vestido.

Como no había tiempo para ensayos Ginger Rogers llevó el vestido emplumado azul por primera vez durante la filmación y, como Astaire y Sandrich se temían, las plumas empezaron a desprenderse del vestido. Más tarde Astaire comentó que era lo más parecido a “un pollo siendo atacado por un coyote”. En la película se pueden ver algunas plumas cayéndose. 

Puede ser la mejor película que representa un rayo de luz en un período oscuro de la historia estadounidense como fue la Depresión. Y a mí siempre me han alegrado el día.





Y como curiosidad vemos como aún hoy se baila y aprovecha una buena música (Puttin' on the Ritz) para alegrar el día, incluso en Moscú y nevando.