viernes, 12 de junio de 2020

If tomorrow never comes


Garth Brooks cantante y compositor americano de música country-crossover, nacido en 1962, su integración de elementos de rock y pop en el género country le ha ganado popularidad, particularmente en los Estados Unidos con éxito en las listas de álbumes, grabaciones multiplatino y actuaciones en vivo récord, que también a cruzado a la arena del pop.
Los recuentos de ventas de discos son solo estimaciones aproximadas y muchas veces muy maquilladas por las discográficas. Segun la RIIA (Recording Industry Association of America ), en la primera década de éste siglo fueron alternándose en el primer puesto de ventas de un artista en solitario, Elvis y Garth, siempre con The Beatles como grupo, los primeros en ventas en Estados Unidos.
Desde 2012 hasta 2020, Brooks es el único artista en la historia de la música que ha lanzado ocho álbumes que alcanzaron el estatus de diamante en los Estados Unidos (superando el anterior récord de seis de los Beatles).
Garth Brooks en 1989 no era más que una promesa con gran cantidad de seguidores y detractores que veían la clave definitiva capaz de reinventar el cada vez más anticuado y repetitivo country. No es exactamente lo mismo, pero puede servir de ejemplo: en España el flamenco es algo instaurado y respetado. Todos sabemos lo que es y representa a pesar de que muy pocos lo conozcan de verdad. Imaginemos que mañana, alguien que hacía música similar a Enrique Morente empieza a sonar en los 40 Principales, lidera las listas de éxitos y llena estadios por toda España. Se trata de un ejemplo imposible pero que ilustra la hazaña de Brooks en USA.
En su primer álbum Garth Brooks de 1989 destacan If tomorrow never comes y The Dance que alcanzaron el nº1 , siendo esta última la que dice más le ha gustado siempre.
If Tomorrow Never Comes es un dulce recordatorio de que debemos apreciar cada momento que tenemos con nuestros seres queridos. Nunca sabremos lo que nos depara el futuro. Esto significa que ya deberíamos hacer las cosas que queremos hacer. 
A veces, tendemos a contener nuestras emociones porque sentimos que aún no es el momento "especial". Este no debería ser el caso, ya que nunca sabremos si podremos ver el mañana como sugiere la pieza, que llegó a entrar en las listas pop españolas.



The Dance, tras el lanzamiento de la canción, inmediatamente alcanzó el número 1 en la lista de canciones de Billboard Country de EE. UU. y en las listas de Canadá. Los aficcionados al country y los críticos de música han considerado esta pieza como “la canción” de Brooks.




Del siguiente álbum No fences de 1990, Friends in low places recibió el premio del año al mejor single country. Es la canción más popular y significativa de Brooks. Es como un himno de los trabajadores más bajos en una empresa (los "blue collar").
Los autores estaban un día de copas en un bar cutre y se quedaron sin dinero. Uno de ellos dijo: "No te preocupes, tengo amigos en los lugares bajos". Se refería a un amigo que aparentemente cocinaba en el restaurante. Esta canción requiere un rango de voz de dos octavas y pensaron que Garth Brooks era el chico perfecto para cantarla.
Friends in low places incluye un estribillo perfecto para berrear en un bar cargado de Budweiser o Lone Star y mover los pies.



En el Yankee Stadium en 2016 hizo un show acongojante con una instrumentación de impresión, un sonido perfecto y un público entregado. Se ve la pasta que movía el tío. Aquí de nuevo Friends in low places.


En 1997 hizo su séptimo álbum Sevens donde estaba Two piña coladas. Aquí está Brooks cantando sobre un hombre con "los dolores de cabeza que el amor a menudo trae". Se dirige a la playa y ahoga su tristeza con un par de piñas coladas. 
Los autores comentan: Fue un día muy frío y sombrío. Era febrero y fue realmente asqueroso. Simplemente fantaseamos con lo lindo que sería estar en la playa y tener una piña colada, o tal vez dos, una en cada mano. 
Estas canciones Friends in low places y Two piña coladas no son grandes canciones, en realidad son el estribillo lo que esperamos todos, pero son canciones para pasárselo bien, disfrutar del momento y cantarlas todos jutnos. De eso se trata que ya es bastante. Merece la pena ver y oir enteros estos dos últimos videos pues levantan los corazones y alegran la vida.










jueves, 11 de junio de 2020

Canta y no llores

Con este título es fácil dejarse llevar y creer que voy con "Cielito lindo.. canta y no llores", canción mexicana de sobra conocida. Pero no, voy con otra que no tengo claro si se titula Todas las mañanitas (el inicio) o Canta y no llores (el coro).  Es una  habanera de la ópera cómica Don Gil de Alcalá con música y libreto del valenciano Manuel Penella.  Se considera que está a medio camino entre la ópera y la zarzuela; el autor la consideraba una ópera de cámara. Se estrenó el 27 de octubre de 1932 en el Teatro Novedades de Barcelona.
Su acción transcurre en un virreinato español en el siglo XVIII. Niña Estrella es una huérfana protegida por el gobernador. Vive en un convento a la espera de casarse con don Diego, rico hacendado del país y propuesto por su protector. Pero ella ama a don Gil de Alcalá, capitán español que le corresponde. El gobernador amenaza a Niña Estrella diciéndola que tiene que casarse con don Diego, y ordena a don Gil que vaya a la frontera a luchar contra una sublevación india muy peligrosa, lo que supone una muerte casi segura. Al final don Diego confiesa haber tenido de joven, un amor en España, del que nació un hijo y del cual desconoce su destino; resultando ser Don Gil el hijo de ese amor. Un típico folletín.
Pero esta habanera, como tantas otras, es la típica música que la oyes y te suena e incluso la tarareas sin saber de donde viene pero que de alguna manera la reconoces. De niños en casa, ya sea en discos o en la radio, sonaban las zarzuelas con profusión. Encima, la habanera es un ritmo fácil de seguir y predecible ( por supuesto, siempre que se tenga una edad), por lo que no resulta difícil que guste a muchos y a mí mucho, también.  Además  termina esperanzadamente.

Canta y no llores,
corazón, no llores, ¡ay!,
volverá la aurora
y tu noche triste
se llevará.