jueves, 13 de abril de 2023

Canciones de éste siglo

 



Y trasteando en mi mp3teca veo que archivé algo poco conocido, pero que me atrajo al oir las críticas y resultó que me gustó. Por supuesto es mucho más moderno de lo que suelo poner, pero aún se hace muy buena música por ahí y no puedo desaprovecharlo.
Eddie Reader es una cantante y compositora escocesa, conocida por su trabajo como líder de Fairground Attraction y por una duradera carrera en solitario. Yo creí haberla oído por primera vez en sus álbumes "Sings The Songs Of Robert Burns" de 2003 y "Love is the way" de 2009, que son los que tengo, pero leyendo sobre ella me entero que había sido la cantante de Fairground Attraction y que en 1988, en su album debut, había tenido éxito con 2 canciones que se hicieron bastante populares, por lo menos Perfect, aunque me gusta más Find my love, que tiene un toque de guitarra española muy característico, y que yo conocí, en realidad, iniciándose el presente siglo.




Ya como cantante en solitario, Eddie Reader tiene el album Sings The Songs Of Robert Burns que merece la pena escucharlo. Y del album Love is the way me, gustó especialmente DragonfliesA pesar de ser una balada-vals escocesa, no deja de recordarme a la música country. Aunque es cierto que ésta tiene mucho, en sus orígenes, de las baladas escocesas e irlandesas.




Eilen Jewell es una cantautora estadounidense, aunque suele clasificarse entre los músicos country contemporáneos, su estilo abarca desde la música folk al rockabilly, pasando por el góspel. Su mezcla clara de fraseo de jazz y honky tonk siempre es agradable y frecuentemente evocador. Sus canciones nos parecen haberlas oído ya aunque sea la primera vez que la escuchamos y , por eso, entran tan bien. Jewell además de ser angloparlante habla español. Una de las canciones del álbum "Queen of the minor key" se titula Kalimotxo en referencia a la popular bebida española (inspirada por el contacto con las comunidades de inmigrantes vascos en su ciudad natal). Entre sus muchos tours ha actuado en España varias veces. Aunque el tempo de estas canciones es un poco más rápido, no dejan de ser baladas suaves con un sonido estupendo. Parece mentira que cuatro instrumentos llenen tanto. 
Del álbum Letters From Sinners & Strangers  de 2007, me gusta, suena muy bien y el guitarra principal es una virguería en Dusty Boxcar Wall.



Y por las mismas causas, del album Sea of tears de 2009, me encanta Fading Memories. 



Ahora le toca a Tom Russell, un cantante y compositor estadounidense. Aunque más fuertemente identificado con la tradición de la música Americana, su música también incorpora elementos de folk, rock y country. Aunque es de Los Ángeles, estas canciones tienen mucho de tex-mex.
Muchas de sus canciones han sido grabadas por otros artistas, Pasó un año enseñando en Nigeria, durante la Guerra de Biafra, también ha vivido en España y Noruega, y tocó música en un circo en Puerto Rico.
Gallo del cielo, compuesta en 1979 (es la única del siglo pasado en esta entrada, pero sigue interpretándola en conciertos recientes) se convirtió en una de las canciones más legendarias de Russell y ha sido grabada por notables cantantes estadounidenses. La canción ha sido citada como favorita por Bob Dylan y Bruce Springsteen y me recuerda a algunas de las típicas que cuentan un larga historia, en éste caso, gallos de pelea; en el caso de Dylan su Dama de las Tierras Bajas; Leonard Cohen y su yegua ausente o Kris Kristofferson con su domingo por la mañana.
Pongo la versión del disco en la que le acompaña Calexico y que viene con subtítulos porque mejora la interpretación de lo que dice.



Pero también otra más reciente y muy diferente, en solitario, bastantes años más tarde, que merece la pena.




Según cuenta Tom Russell: “La leyenda dice que la Virgen María se apareció en las colinas de Tepeyac en Guadalupe, un pueblo cerca de la Ciudad de México, el 12 de diciembre de 1531. Hace años visité su santuario en la Ciudad de México y vi a los peregrinos pasar junto a esa poderosa imagen. Afuera, en la colina original, los santuarios más antiguos se hundieron en la tierra mexicana. Se le había aparecido al pobre indio, Juan Diego, y hablaba en su lengua india, el náhuatl. Recogió rosas castellanas en su capa, como ella le había indicado, y cuando abrió la capa más tarde, su imagen estaba allí. Cuando pensé en la experiencia, años después en El Paso... las montañas Franklin se estaban volviendo rosadas, luego rojas como la sangre con la puesta del sol. El color del vino de la misión. Escribí la canción esa noche. Podría ser mi favorita". Es Guadalupe, compuesta en 2009.







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