La primera que recuerdo es Song sung blue de Neil Diamond, inspirada en el segundo movimiento del Concierto para Piano nº 21 de Mozart. Fue nº 1 en todas las listas y estuvo nominada a varios Grammy. Era una alegre canción con su fondo de tristeza pero muy agradable.
Ese mismo año los Grammy se los llevó Roberta Flack con The First Time Ever I Saw Your Face, probablemente más merecidamente que Neil Young aunque ésta canción era una canción folk del año 1957 y la de Young era original suya.
First time era distinta. Lenta, sentimental y tocaba más la fibra tierna.
Primero la escuché en el primer LP de Roberta Flack que tenían unos vecinos chilenos en Infanta Carlota e inmediatamente en la primera película dirigida por Clint Eastwood en 1971, Play Misty for me, donde se oía en una larga secuencia, que en realidad fue lo que animó a que la canción llegara a ser un nº 1.
Posteriormente, ya una clásica, me encantó la versión de Johnny Cash de 2002 en su último álbum American IV: The Man comes around. En ella hace un homenaje a su pareja de toda la vida June Carter y se nota el esfuerzo y el sentimiento que pone a poco de fallecer.
Publicado en 1971, fue en el 72 cuando Don McLean y su American pie, triunfan en todas partes. El LP se abre con la ambiciosa canción del mismo título, ocho minutos y treinta y seis segundos de imparable folk-rock. Lo que parecía un suicidio comercial se convierte en un fenómeno cultural. American pie pulsa la fibra sentimental de la generación del rock: se trata de una parábola donde se habla, sin mencionar sus nombres, de Elvis Presley, Bob Dylan, los Byrds, los Beatles, los Rolling Stones y, desde luego, del accidente de Buddy Holly ("el día que la música murió"). Las emisoras se dividen: unas radian el tema completo, otras se conforman con la versión del single. Y se multiplican las exégesis de la letra, que enfrentan a los que sólo ven nostalgia y los que creen reconocer allí la expresión de la frustración ante la impotencia del rock para transformar la realidad y, lo más inmediato, detener la guerra en Vietnam
American pie contiene otro éxito que no tuvo discusión alguna, Vincent, un arrebatado himno a Vincent van Gogh, retratado como paradigma del artista incomprendido
El propio Don sirve de inspiración para otra canción memorable: la vocalista Lori Lieberman le ve actuar y pide a sus productores, Charles Fox y Norman Gimbel, que escriban algo que refleje sus emociones, que ella resume como: "Me mata suavemente con su canción"; la pieza resultante, Killing me softly with his song, es inmortalizada por la versión de Roberta Flack.
Aparte de repasar el primer LP de The Rollling Stones, que volvimos a disfrutar; esta canción de Me and Mrs. Jones era una de las lentas que podían bailarse bien agarrados.
Let's get it on, éste álbum es la primera incursión de Marvin Gaye en el género de la música funk y temas románticos. Se le ha criticado por sus letras sexualmente sugerentes, y fue citado por un escritor como "uno de los discos con más carga sexual jamás registrado". El álbum ha sido considerado por muchos escritores y críticos de música como una grabación hito en la música sensual. Let's Get It On ha sido aclamado por muchos críticos como uno de los mejores álbumes de todos los tiempos. En su momento e, incluso hoy día, resulta una canción sexy que era una gozada bailar.
Ahora acusan a Ed Sheeran de plagio de esta canción con su Thinking out loud. Pero yo no lo veo. Hay un acompañamiento parecido y si escuchas Let's get it on y a continuación la suya, puedes oir algo similar, pero yo no lo veo nada claro.
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